Todo inició así:
Un grupo de cuatro legisladores del PT mostró una manta en la cámara de diputados con la imagen de Felipe Calderón con la leyenda: “¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto? ¿No verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país?". El diputado Noroña, pidió que el presidente explicara esta situación pues dice sería penoso que tomara decisiones bajo ese estado.
La conductora del programa matutino de radio en MVS Carmen Aristegui, presentó la nota y pidió al presidente, aclarar las acusaciones de estos rumores infundados. Sin embargo se dio a conocer que MVS dio por concluida la relación laboral con la periodista, por presuntamente faltar al código de ética.
La nota del despido de Carmen Aristegui fue el detonante, las redes sociales calificaron como autoritaria la medida, reclamando la falta de libertad de opinión. Al tercer día fuera del aire la periodista, en conferencia de prensa expresó su situación, habló de la presión que recibió MVS por gobernación para sacarla del aire y la coartada que planearon. Comentó también que no dará una disculpa, pues nunca faltó al código de ética, dado que el estado de salud del presidente es tema de interés nacional.
Mala imagen
El problema fue el mal manejo de la información, sabemos que la clase política se vale de cualquier hecho para descalificar a sus opositores, llegando a escenarios como el que está viviendo actualmente el país. El propósito de la prensa es informar, es el intermediario entre el gobierno y las personas, cuando el estado agrede a los líderes de opinión inmediatamente se crea un descontento generalizado. El rumor del alcoholismo de Felipe Calderón, pudo haberse desmentido, pero la presidencia se mantuvo callada. Debieron haber actuado rápido, un comunicado de presa hubiera bastado para calmar el ambiente, lamentando los comentarios del diputado o simplemente ratificando que no se encuentra en ningún problema de esa índole.
El silencio de Gobernación dio como resultado que el rumor se hiciera más gran, dio pauta para que se deformara la información, al punto que la periodista Carmen Aristegui pedía una explicación. Muy mal manejo de la imagen del presidente, hoy en día no puede estar omitiendo lo que se dice en la Web. Tampoco puede censurar a los líderes de opinión sacándolos del aire. Será muy difícil mejorar la imagen que ya tenemos del presidente.
Es por esto la importancia de la reputación en línea, no hay que minimizar lo que se dice en Internet, hoy las redes sociales tiene una magnitud impresionante, no hay que descartar su importancia, un comentario puede tener un impacto multiplicado por miles de lectores. Se debe de tener un plan de acción para crisis de imagen, este es un excelente ejemplo de cómo no hacer las cosas, no hay que esperar a encontrarnos con una crisis para mejorar la imagen que tienen de nosotros.
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